¿Cómo elegir el traje de novia?

¿Cómo elegir traje de novia para una boda? Novia

El momento triunfal de la boda , es en el que la novia camina radiante hacia el altar, acompañada del padrino, va precedido de un largo proceso que comenzó varios meses antes con el diseño del vestido de novia ideal y la búsqueda del resto de complementos. La mayoría de las firmas de novias para la temporada primavera-verano de 2008 coinciden en sus catálogos de vestidos de novias en vestir a la mujer con diseños con mucha caída, a base de tejidos muy lánguidos, como seda natural, micados, organzas, bambula, etc. Los encajes y los guipures son claramente protagonistas en el ornamento de faldas, mangas y mantillas.

Frente a la tendencia de hace uno años en la que se imponía el dos cuerpos, principalmente palabra de honor y falta, ahora se opta más por el traje de una sola pieza. Se impone el corte imperio, muy ceñido en la cintura y con amplios escotes. La novia es ante todo romántica y sensual. La gama de colores se oscurece y aparecen los tonos champange, marfil, pajizo o blanco roto. Los bordados se enriquecen con hilos de colores, en los que predomina el tono dorado y el plata.

LOS COMPLEMENTOS

Una vez decidido el vestido de la novia, llega el momento de elegir los complementos que imprimirán un carácter propio al atuendo. Uno de los elementos más llamativos y que más lucen junto al vestido es el velo, tocado o mantilla, utilizado principalmente en las bodas religiosas. Esta temporada se impone el velo de tul liso o el velo amantillado. Las mantillas pierden protagonismo debido a la profusión decorativa que incluyen los vestidos a bases de bordados y encajes. En cualquier caso, tanto velo como mantilla, han de ser sencillos para que no resten protagonismo al vestido.

Después del velo, el complemento más importante es el calzado. La mayoría de las firmas apuestan por formas apuntadas y con un tacón muy fino. Normalmente, el zapato puede encargarse en el lugar donde se va a confeccionar el vestido, de manera que pueda forrarse con la tela con la que será elaborado el traje, y si se requiere, pueden añadirse bordados o pedrería a tono. Dependiendo del día y la hora en que se vaya a celebrar la boda, los zapatos de boda podrán ser de salón, si la ceremonia es por la noche, o abiertos por detrás, si es durante el día o la tarde. Lo que no se recomienda es que el zapato vaya abierto por la parte delantera. Las nuevas tendencias juegan también con el color en el calzado para ofrecer un mayor contraste. Si el bordado del vestido es dorado, los zapatos se recomiendan en tono champagne.

EL RAMO Y LAS JOYAS O ALHAJAS en el día de la boda

El ramo es uno de los complementos más lucidos durante toda la celebración, por lo que hay que seleccionarlo con gusto, en sintonía con el vestido y la personalidad de la novia. Ramos en cascada, bouquets, elegantes ramilletes de flores frescas o sofisticados ramos, cada uno es distinto y favorecerá a un tipo de novia. Una vez elegido el modelo, habrá que decantarse por las flores: tulipanes, orquídeas, rosmelias, peonias, calas, etc. Según la temporada, se podrá contar con un tipo u otro. Algo fundamental para no pecar de mal gusto es que no sean excesivamente llamativos para que no resten protagonismo al vestido. Las características físicas de la novia resultan fundamentales en la elección del ramo. La altura y complexión de la novia influirá entre otras cosas en el tamaño de las flores que deberían emplearse; novias de pequeña estatura requieren flores de pequeño tamaño.

El tono de la piel y el color del pelo, también marcará el tipo de flor que mejor puede combinar; novias morenas pueden portar ramos de colores vivos, novias rubias deberían optar por tonos pastel, aquellas novias de cabello pelirrojo pueden perfectamente optar por tonos intensos como por ejemplo anaranjados. En el día de la boda, las joyas que luzca la novia deben ser un ejercicio de discreción porque en esta ocasión, las alhajas han de ser un complemento del vestido, meros acompañantes que, en ningún caso, le resten protagonismo. Lo más adecuado para esta ocasión es llevar unos pendientes y colgante o gargantilla sencillos, un conjunto en el que prime ante todo la sobriedad. La elección de las joyas se debe hacer de acuerdo con aspectos como el vestido. Hay que tener en cuenta si tiene escote, caso en el que se recomienda un collar sencillo. También dependerá del peinado, si es recogido o por el contrario va suelto, de la forma del rostro de la novia, su color de piel y, por último, de su personalidad.

PEINADO Y MAQUILLAJE el día de la boda

En cuanto al peinado, la novia ha de elegir el que mejor se adapte a su rostro, estilo e incluso las características del vestido. Tanto el recogido, semirrecogido o el pelo suelto son opciones muy válidas. Una recomendación muy actual son los adornos de flores naturales en el peinado o diademas, guirnaldas o tiaras.

Existe una inmensa variedad de peinados, tantos como pueda imaginar la creatividad de cada estilista, aunque a este tipo de trabajo hay que añadirle la técnica para que el resultado final además de ser atractivo, sea prefecto. De ahí la importancia de elegir a un buen profesional para el día de la boda tan importante. Del maquillaje se recomienda el estilo “cara lavada”, que consiste en prescindir de los tonos fuertes como los labios rojos o llamativas sombras y centrarse en tonos tierras o pasteles. Los brillos en colores cobrizos o transparentes resultan también muy favorecedores.

 

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