¡LASTIMA! Porque no ha llegado a ser asÃ, más bien al contrario, pues las buena estrella
con la que parecÃa haber nacido yo, con los continuios zarandeos que empezxaron a sacu-
dir, un mal,dÃa mi vida, la estrella que yo me creÃa ser, cruelmente fue estrellada y del
trmendo golpe recibido, se hizo todoa añicos y desde entonces para siempre, su Luz tan
resplandeciente, quedó por siempre apagada.
Siendo una abonada de telfónica de tod la vida y sin haber tenido proble alguno, bueno
alguno si pero de escas aimportancia, hacer años y ya se solicioñó debidamente, claro
que el mismo es se parecÃa en nada a la cuantias de euros que les vengo reclamando desde hacer ya más de seis meses y haber obtenido hasta la fecha, ninguna contes-
tación satisfactoria al ñproblema que me ha planetado, dejándome ñpracticamente sin
dinero el Banco, para aatender mkis otros recibos. Por ser una pequeña accionista
minoritaria de Telefónica, me suelen enviar cada vexz que sale a la luz su Revista Ofiicial. la cual yo me la leo enterita y se necesita ser malas personas, para que habiendo como han teni en el pasado año, unos benficios de casi 52 millones de Euros,
se permitan timar a tantas personas, jovenes y mayores todas las estafas, que le está
dando la gana.
Les pidos perdón, por tan larga msiiva y les aliento, que aunque sea por 50 Euros, su
Vdes. consideran q
ha sido asÃ, pues la misma por continuos zarandeos de te da la vida en su lucha
diaria con ella por vivir o sobrevivir, trabajando honestamente y no haciendo mal al l
casi todos sin motivo por mi marte, pero revestidos de una gravedad, que no me han
permitio levantar cabeza.
Y la estrella que yo creÃa ser, por culpa de otrs personas, cruelmente fue estrellada y
su impacto fue tan enormemente fuerte, que la hizo toda añiscos y su luz resplandeciente
quedó por siempre apagada.