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Primero aducen facilidades, después de las llamadas coercitivas introducen un nuevo contrato que los consumidores no hemos rubricado ni dado asenso al 60% respecto al total adeudado. La amortización es por tanto, en condiciones muy onerosas, eufemismo de una conducta hampona. Mi padre es también un afectado. Si al natural vínculo de quien defrauda produce contrista y angustia en la victima, se suma la concomitancia con la permisividad de una legislación que favorece éste tipo de conductas. La solución es acudir inmediatamente (si la economía doméstica lo permite, variable con la que ellos cuentan) a consumidores-letrado. La iniciativa privada de escribir al Banco de España para especificar la fijación del interés resulta, a priori, dudosa de aplicación para un sólo afectado. Reducción de intereses y saldo del adeudo mediante letrado es la única alternativa pausible. Lamento aquél que tenga dificultades para iniciar el proceso. Lamentablemente, estamos asistiendo a la laxitud de la legislación que data de fines s. XIX y la transformación de una sociedad mediterránea a los valores neoliberales. Digo valores mercantiles, porque a todos los afectados poseemos las virtudes cívicas, algo que desgraciadamente la economía ha subordinado. El más sincero ánimo a todos
Primero aducen facilidades, después de las llamadas coercitivas introducen un nuevo contrato que los consumidores no hemos rubricado ni dado asenso al 60% respecto al total adeudado. La amortización es por tanto, en condiciones muy onerosas, eufemismo de una conducta hampona.
Mi padre es también un afectado. Si al natural vínculo de quien defrauda produce contrista y angustia en la victima, se suma la concomitancia con la permisividad de una legislación que favorece éste tipo de conductas.
La solución es acudir inmediatamente (si la economía doméstica lo permite, variable con la que ellos cuentan) a consumidores-letrado. La iniciativa privada de escribir al Banco de España para especificar la fijación del interés resulta, a priori, dudosa de aplicación para un sólo afectado.
Reducción de intereses y saldo del adeudo mediante letrado es la única alternativa pausible. Lamento aquél que tenga dificultades para iniciar el proceso. Lamentablemente, estamos asistiendo a la laxitud de la legislación que data de fines s. XIX y la transformación de una sociedad mediterránea a los valores neoliberales. Digo valores mercantiles, porque a todos los afectados poseemos las virtudes cívicas, algo que desgraciadamente la economía ha subordinado.
El más sincero ánimo a todos