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He llegado hacia las 17:15 a la zona de corte de madera del centro Leroy en El Balconcillo, Guadalajara. Una trabajadora llamada M. me ha comentado después de estar 10 minutos esperando que el cortador de madera no estaba en ese momento disponible. Le he pedido que anotara las medidas en las que quería que me hiciera los cortes en la tabla; tres cortes sencillos y así yo mientras podía ir mirando la tienda. Todo más o menos bien. Pasan 20 minutos, vuelvo a la zona de corte y me dice que el cortador va a tardar porque está con un proyecto. Doy otra vuelta a la tienda y finalmente dejo el carro con compra en la zona de corte y voy a comprar a un súper cercano. Tiempo después vuelvo a Leroy y el cortador ni está ni se le espera. Decido ir a hacer la compra en otro súper cercano diferente. Vuelvo a Leroy y a las 20:00 h. me encuentro al cortador que está quitando el plástico de un tablón de un cliente. Le digo a la chica que primero se tiene que poner con lo mío porque yo era la primera que estaba en la cola a las 17:15. Me dice que ese cliente ha venido junto con el cortador. Le digo que me da igual y que llevo 3 horas esperando tres simples cortes. Le pido a M. que le diga al cortador que deje lo que está haciendo que es simplemente quitando un plástico y que se ponga con lo mío que además tengo compra que necesita refrigeración.

    [Vivo en un pueblo y tardo una hora en volver].

    Sé que murmura algo parecido a una excusa pero deja que el cortador siga con el trabajo de ese hombre. Una clienta se queja de que yo intente colarme ya que ella estaba esperando antes de que yo llegara a la zona de corte por sexta vez esa tarde. La trabajadora me da la razón y dice que efectivamente llevo 3 horas esperando y que yo estaba antes.

    No entiendo por qué tengo que esperar otros 15 minutos a que el cortador termine el trabajo de ese hombre. Tengo claro que ese cliente no lleva desde las 16 horas en la tienda porque me está oyendo y no dice ni pío. Ha sido una especie de llegar y besar el santo. La trabajadora ha jugado a la picaresca de que siguiera el orden de los clientes que estaban presentes ya que yo no estaba y ojos que no ven... pero ANTES, o en el momento en que yo he llegado se tiene que poner con lo mío. En el momento en el que el cortador llega le tiene que decir M. que mi trabajo es el primero y no lo hizo.

    Tres horas para tres simples cortes y además me castigan dejando, delante de mis narices, que atiendan a un cliente que está MUCHO después de mí.

    Salgo de Leroy a las 20:30 y ya no llego a una tienda donde preparan comida para llevar y me estropean mis planes para 15 días ya que no voy a ir cada dos por tres a Guadalajara ya que tardo una hora en ir y otra en volver con el consiguiente dinero en gasolina.

    Estoy de muy muy muy mala leche con el trato recibido.

    Que el suplente del cortador esté de vacaciones y no haya otra persona y que el cortador tarde 3 (P****) horas en hacerme 3 cortes y que dejen además que se cuele gente delante de mis narices como recompensa por mi paciente espera es un trato lamentable.

    No hubiera pasado “gran cosa” por esperar 3 horas pero que esta trabajadora no pare al cortador que no ha empezado aun con ese trabajo o que no le diga que lo mío es lo primero es el colmo del mal trato al cliente.


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