Luis Antonio Martínez Sáe
Nuevo miembro
La maleta que entregué en Facturación de IBERIA, en la T4 Barajas, en el vuelo IB 3940, con destino Tenerife Norte, portaba una Tablet Samsung S3, protegida por la ropa, y contenía documentos y escritos de gran valor para mí. Protegí el cierre con un candado y cuando ya en casa saqué la ropa, observé que la cremallera había sido reventada y la Tablet había desaparecido.
A la vista de los infinitos casos similares, bien se puede decir que existe una mafia, perfectamente tolerada por IBERIA y AENA, que una vez que ha observado con el escaner si el equipaje que lleva algún objeto de su interés, dispone de expertos en sustrerlos con la mínima apariencia de haber forzado nada.
Es bochornoso que, una vez que has facturado y las maletas ya no depende del pasajero para su custodia:
A) IBERIA no quiera saber nada;
B) AENA no quiera sabr nada;
Quien permite que, bajo su responsabilidad, se produzcan estos hechos impunemente, es cómplice necesario de los mismos. Si, al menos, fuesen honestos, colocarían en el stand de facturación el cartel: "saque usted de la maleta cualquier objeto de valor: aquí se roba".
Lavarse las manos, no indemnizar al damnificado y, sobre todo, no investigar a la gente que contratan y vigilarles después es colaborar con quienes te pueden destrozar la vida.
Soy accionista de IAG y me abochorno de que IBERIA haya caído tan bajo. De AENA es preferible no hablar: basta con sufrirla.
A la vista de los infinitos casos similares, bien se puede decir que existe una mafia, perfectamente tolerada por IBERIA y AENA, que una vez que ha observado con el escaner si el equipaje que lleva algún objeto de su interés, dispone de expertos en sustrerlos con la mínima apariencia de haber forzado nada.
Es bochornoso que, una vez que has facturado y las maletas ya no depende del pasajero para su custodia:
A) IBERIA no quiera saber nada;
B) AENA no quiera sabr nada;
Quien permite que, bajo su responsabilidad, se produzcan estos hechos impunemente, es cómplice necesario de los mismos. Si, al menos, fuesen honestos, colocarían en el stand de facturación el cartel: "saque usted de la maleta cualquier objeto de valor: aquí se roba".
Lavarse las manos, no indemnizar al damnificado y, sobre todo, no investigar a la gente que contratan y vigilarles después es colaborar con quienes te pueden destrozar la vida.
Soy accionista de IAG y me abochorno de que IBERIA haya caído tan bajo. De AENA es preferible no hablar: basta con sufrirla.