La experiencia con LIEBHERR ha sido nefasta.
Compré un frigorífico en septiembre de 2019. Desde el principio hacía muchísimos ruidos, con esto quiero decir que son ruidos raros, no un simple ventilador propio de los frigoríficos, no, son ruidos fuertes, crujidos, ruidos con un volumen fuera de lo normal. A mi entender no son ruidos normales y propios de un frigorífico. Llamé al servicio técnico y vino a ver el aparato. Tengo grabados algunos sonidos y se los puse al técnico. Le llamó la atención uno en concreto, de los demás me dijo que eran normales. De verdad que no doy crédito y así se lo manifesté, que una marca con el prestigio de LIEBHERR tenga un aparato con esos ruidos y me diga que son normales.
Me pongo en contacto con el Servicio de Atención al Cliente y peor todavía. De entrada me dice que tienen que venir ellos a realizar una sonometría, pues los audios que yo he realizado están muy cerca del aparato y se tiene que grabar a un metro del frigorífico. Lo peor es que me dicen que esto es una atención comercial, pues como el Técnico les dijo que en los 10 minutos que estuvo en casa no hizo ningún sonido extraño, pues que por atención comercial vienen a realizar la sonometría.
Vienen a realizar la sonometría y en efecto, en los 5 minutos que está el Técnico en casa marca 30 dB, con lo que consideran que tiene un funcionamiento normal.
No se si creen que somos tontos o qué, si no suena cuando ellos miden eso significa que no suena nunca !!!!!!
Es increíble los precios que tienen y el servicio que dan.
Si queréis compraros una carraca que suene y cruja ya sabéis...
