J
José Luis
Invitado
CITROËN ESPAÑA
A/A D. Pablo Puey
Dirección General Valencia,
Madrid.- o3.10,2019
Señor:
Permítame que tenga serias dudas acerca de si se molestará personalmente o no leyendo la presente, pero al menos por mi parte no quiero cometer la descortesía de no contestar a la suya (impreso generalizado) con fecha agosto de 2019, supongo que recibida en virtud de la adquisición de un C-Elysee Pure Tech 82 Shine, matriculado el 21.o5.2019; por cuanto, aún con cinco meses de retraso, su agradecimiento por tal compra siempre merecerá mi reconocimiento.
Tras ello, ¿Qué decirle, pienso, que usted no conozca sobre los vehículos Citroën, sus virtudes y carencias? Creo que el verdadero éxito de una marca no reside tan sólo en las acertadas y convincentes palabras de un catálogo de publicidad como el que ojeé en su momento, si no que éstas no pongan luego de manifiesto que el ansia de vender con cierta facilidad supera al esfuerzo de mantener el prestigio de esa marca. Y ¿Por qué opino así? acaso se pregunte. La contestación es que quizás desde su posición piense que los precios del mercado son bajos, en contra de lo que al respecto puedan pensar los compradores; es obvio, como que tan sólo con 2.000 Km ya estoy arrepentido de haber confiado en ustedes.
Nada puedo decir que no sean elogios a favor del vendedor que me atendió, pero como toda moneda... me explico: atender y prometer hasta vender; luego todo decae o se olvida, hasta algún que otro “regalito” nunca recibido a cambio de una primera “buena” encuesta.
Si, me acuso de haber prestado oídos a cantos de sirena y de haber adquirido un Citroën, aunque más que convencido de que hacía lo correcto, pero... también me acuso de haberlo retirado del concesionario sin recibir ni haberles exigido el correspondiente libro de instrucciones o manejo, y admitir la contestación de que en la web podría encontrarlo. Craso error por mi parte. Sí, entré, pero.... allí constaba una “alarma” que no pude hallar, como tampoco “cenicero” ni “encendedor”, y mucho menos “asientos calefactados” o “detector de poca luminosidad”. Quiero hacer constar que lo lamentable no son tales ausencias, sino el riesgo que entraña para un conductor el no saber si tiene, dónde están ni conocer los mandos del vehículo que maneja. A tal respecto, con fecha 11.o7.2019, remití un e-mail al agente con el que firmé la compra solicitando (sin obtener respuesta) ayuda sobre varios puntos sobre los que planeó mi ignorancia hasta que, tiempo después y con la documentación oficial, ya recibí lo que en principio estimo se me debió entregar.
Sobre el modelo en cuestión..., confieso que me enamoró su imagen; al menos era lo que en cierto modo iba buscando, pero...
Su elegancia y diseño, no las respalda la escasa resistencia de una plancha que deja bastante que desear, como el cuidado ensamblaje de sus diferentes secciones para que éstas tengan un acabado de apariencia uniforme. La pintura (gris acier), acertada y muy agradable a la vista, eso sí, aunque... el capó del motor, además de que acaso 2 o 3 € de fieltro en pro de su insonorización no le hubieran venido nada mal, impide a los limpia-parabrisas abrirse totalmente; ¿es un fallo o simplemente para impedir la limpieza en un parabrisas libre?. Tampoco hubiera estado del todo mal que los dos huecos interiores habilitados para las manos tuvieran ambos el protector de plástico que lleva sólo el de la derecha del capó de un maletero que sobresale por el sonido a lata de cerveza al cerrarse.
El interior, digamos que bastante aceptable (considerando ahora el precio), aunque tampoco nada exento de plástico en un salpicadero de buen ver pero con teclas y mandos algo incómodos, unos como la pantalla con ubicación un tanto baja, y otros que, a mi humilde criterio, no encuentro como en una ubicación muy racional, ni impiden que en ciertos momentos se empañe el parabrisas por el exterior ni justifican el encarecimiento total por su existencia, tal como el “regulador-limitador de velocidad” a unos 50, 70 y 90 Km hora que dudo mucho cualquiera de ellas sea prototipo de crucero ni sirva para descanso del conductor. Ahora bien, si hablamos de los retrovisores externos..., salvo que su plegado es manual (cuestión de precio, supongo), por lo demás, excelentes en facilitar una visión formidable con muy pocos ángulos muertos.
¿Nos referimos ahora al motor?; vale. Pues... en verdad tampoco se puede pedir mucho a un motor de esta cilindrada, pero... si debo decir, tras 2000 Km, que tiene a mi parecer y salvo error, dos marchas “tontas”, la 2ª y la 3ª. O no están bien sincronizadas, o falla el embrague; no sé, no soy mecánico, pero hacen que vibre a rabiar todo el vehículo a unas revoluciones no tan bajas como para que su comportamiento sea tan, digamos, “especial” como anómalo e inesperado en un motor harto ruidoso de sí, y cuyo consumo tampoco es tan reducido como el que proclaman.
La suspensión, tampoco resulta tan cómoda como manifiestan, contrariamente a lo que se espera de una marca que siempre destacó por su confortabilidad en tal sentido.
En resumen, quiero hacer constar lo que supongo ya habrá ido conociendo si se ha molestado en leer los comentarios de los usuarios por la red... y es que, por el “poco” precio de este modelo en concreto, dan a cambio aún menos, cuando estoy convencido de que cuidando algunos detalles (que en definitiva son los que diferencian a una marca), este vehículo se hubiera podido vender mucho y mejor en nuestro mercado nacional.
Nada reclamo, tranquilo, sólo expongo mi criterio, reservándome el derecho legal de hacer público mi pecado por haber confiado en Citroën.
Atentamente. JLNM
A/A D. Pablo Puey
Dirección General Valencia,
Madrid.- o3.10,2019
Señor:
Permítame que tenga serias dudas acerca de si se molestará personalmente o no leyendo la presente, pero al menos por mi parte no quiero cometer la descortesía de no contestar a la suya (impreso generalizado) con fecha agosto de 2019, supongo que recibida en virtud de la adquisición de un C-Elysee Pure Tech 82 Shine, matriculado el 21.o5.2019; por cuanto, aún con cinco meses de retraso, su agradecimiento por tal compra siempre merecerá mi reconocimiento.
Tras ello, ¿Qué decirle, pienso, que usted no conozca sobre los vehículos Citroën, sus virtudes y carencias? Creo que el verdadero éxito de una marca no reside tan sólo en las acertadas y convincentes palabras de un catálogo de publicidad como el que ojeé en su momento, si no que éstas no pongan luego de manifiesto que el ansia de vender con cierta facilidad supera al esfuerzo de mantener el prestigio de esa marca. Y ¿Por qué opino así? acaso se pregunte. La contestación es que quizás desde su posición piense que los precios del mercado son bajos, en contra de lo que al respecto puedan pensar los compradores; es obvio, como que tan sólo con 2.000 Km ya estoy arrepentido de haber confiado en ustedes.
Nada puedo decir que no sean elogios a favor del vendedor que me atendió, pero como toda moneda... me explico: atender y prometer hasta vender; luego todo decae o se olvida, hasta algún que otro “regalito” nunca recibido a cambio de una primera “buena” encuesta.
Si, me acuso de haber prestado oídos a cantos de sirena y de haber adquirido un Citroën, aunque más que convencido de que hacía lo correcto, pero... también me acuso de haberlo retirado del concesionario sin recibir ni haberles exigido el correspondiente libro de instrucciones o manejo, y admitir la contestación de que en la web podría encontrarlo. Craso error por mi parte. Sí, entré, pero.... allí constaba una “alarma” que no pude hallar, como tampoco “cenicero” ni “encendedor”, y mucho menos “asientos calefactados” o “detector de poca luminosidad”. Quiero hacer constar que lo lamentable no son tales ausencias, sino el riesgo que entraña para un conductor el no saber si tiene, dónde están ni conocer los mandos del vehículo que maneja. A tal respecto, con fecha 11.o7.2019, remití un e-mail al agente con el que firmé la compra solicitando (sin obtener respuesta) ayuda sobre varios puntos sobre los que planeó mi ignorancia hasta que, tiempo después y con la documentación oficial, ya recibí lo que en principio estimo se me debió entregar.
Sobre el modelo en cuestión..., confieso que me enamoró su imagen; al menos era lo que en cierto modo iba buscando, pero...
Su elegancia y diseño, no las respalda la escasa resistencia de una plancha que deja bastante que desear, como el cuidado ensamblaje de sus diferentes secciones para que éstas tengan un acabado de apariencia uniforme. La pintura (gris acier), acertada y muy agradable a la vista, eso sí, aunque... el capó del motor, además de que acaso 2 o 3 € de fieltro en pro de su insonorización no le hubieran venido nada mal, impide a los limpia-parabrisas abrirse totalmente; ¿es un fallo o simplemente para impedir la limpieza en un parabrisas libre?. Tampoco hubiera estado del todo mal que los dos huecos interiores habilitados para las manos tuvieran ambos el protector de plástico que lleva sólo el de la derecha del capó de un maletero que sobresale por el sonido a lata de cerveza al cerrarse.
El interior, digamos que bastante aceptable (considerando ahora el precio), aunque tampoco nada exento de plástico en un salpicadero de buen ver pero con teclas y mandos algo incómodos, unos como la pantalla con ubicación un tanto baja, y otros que, a mi humilde criterio, no encuentro como en una ubicación muy racional, ni impiden que en ciertos momentos se empañe el parabrisas por el exterior ni justifican el encarecimiento total por su existencia, tal como el “regulador-limitador de velocidad” a unos 50, 70 y 90 Km hora que dudo mucho cualquiera de ellas sea prototipo de crucero ni sirva para descanso del conductor. Ahora bien, si hablamos de los retrovisores externos..., salvo que su plegado es manual (cuestión de precio, supongo), por lo demás, excelentes en facilitar una visión formidable con muy pocos ángulos muertos.
¿Nos referimos ahora al motor?; vale. Pues... en verdad tampoco se puede pedir mucho a un motor de esta cilindrada, pero... si debo decir, tras 2000 Km, que tiene a mi parecer y salvo error, dos marchas “tontas”, la 2ª y la 3ª. O no están bien sincronizadas, o falla el embrague; no sé, no soy mecánico, pero hacen que vibre a rabiar todo el vehículo a unas revoluciones no tan bajas como para que su comportamiento sea tan, digamos, “especial” como anómalo e inesperado en un motor harto ruidoso de sí, y cuyo consumo tampoco es tan reducido como el que proclaman.
La suspensión, tampoco resulta tan cómoda como manifiestan, contrariamente a lo que se espera de una marca que siempre destacó por su confortabilidad en tal sentido.
En resumen, quiero hacer constar lo que supongo ya habrá ido conociendo si se ha molestado en leer los comentarios de los usuarios por la red... y es que, por el “poco” precio de este modelo en concreto, dan a cambio aún menos, cuando estoy convencido de que cuidando algunos detalles (que en definitiva son los que diferencian a una marca), este vehículo se hubiera podido vender mucho y mejor en nuestro mercado nacional.
Nada reclamo, tranquilo, sólo expongo mi criterio, reservándome el derecho legal de hacer público mi pecado por haber confiado en Citroën.
Atentamente. JLNM