Es muy hábil y tiene una metodología muy simple y efectiva: hace que todo esto no sea una estafa de tipo penal, sino un tema civil donde una empresa no cumple su parte del contrato, lidiando con la creación de nuevas sociedades que va dejando atrás, así como números de teléfonos.
Los clientes quieren su piscina y prefieren terminarlas por su cuenta con otras empresas, que tener que ir a un juicio que les costará dinero de primeras y que se producirá en unos años, con una condena en dinero para Juan Carlos, que jamás pagará.
Ajusta los precios para captar al cliente, y luego si no se le enfanga la obra de la piscina y no le surgen problemas, puede incluso acabarla perfectamente. Si surge cualquier inconveniente o sobrecoste, te deja colgado sin remisión.
En función de los trabajadores con los que realice la obra, que en realidad son autónomos con excavadoras y camiones, así como los albañiles o piscineros que le trabajan, te puede salir bien la cosa. Aunque dudo que a estas alturas le quede gente para trabajar. Puede tener a gente que le haga el trabajo, si mantiene las deudas y los pagos al día con ellos.
No tiene coches a su nombre y todo es ficticio.
Es extraño que aún no le hayan partido las piernas, o haya tenido algún susto. Pero él sigue haciendo de las suyas, y que yo sepa y tenga constancia, desde el 2011 con empresas como Aguacloro e HidroMadrid. Empresas que tenían quejas en el foro de Facilisimo.com donde el susodicho había dejado piscinas a medio terminar y con desperfectos.