Responder al tema

Para que haya estafa, tiene que haber "engaño suficiente"; es decir, una estafa "de libro" sería, que te cogiese el dinero y saliese corriendo, con una empresa que no existe o con un nombre falso, por ejemplo.


Él no es ese modelo de ********* que queda claro para el tipo penal de estafa; él no deja de ser alguien a quien se contrata y surgen "problemas", y va haciendo un paripé, dando largas, cansando a la gente, llevando algo de material a la obra, te deja la piscina a medias, etc, hasta que finalmente el cliente se cansa y agotado, indignado y lleno de odio hacia este personaje, como es normal, decide terminarse la obra con otras empresas "normales". Convierte la estafa penal en algo meramente civil, donde una empresa incumple un contrato, y él dirá que ha sido el cliente.


Aquí hay una sentencia donde condenan a la empresa IKESHA, para que abone un dinero; ¿Pero quién está tras la empresa? ¿Nadie? La empresa se queda con la deuda, y se deja morir. Para que se fuese contra los administradores de dicha empresa, los administradores tienen que disolverla, y la responsabilidad recaería sobre Juan Carlos a título personal; pero la sociedad no se disuelve y se deja "morir" con la deuda y por supuesto sin actividad, mientras no haya perjudicados que se gasten el dinero en volver a recurrir y ejecutar la sentencia y requerir a la justicia que disuelva dicha sociedad de oficio, cosa muy complicada:


[URL unfurl="true"]https://www.bocm.es/boletin/CM_Orden_BOCM/2019/01/09/BOCM-20190109-55.PDF[/URL]


Y de eso se vale. En este país, lo más fácil del mundo es crear una empresa (S.L.) y dejarla sin liquidar, con deudas y sentencias condenatorias, y seguir haciendo lo mismo con otras sociedades. Tiene que ser algo muy claro y flagrante para que se incurra en un tipo penal, como ya he indicado en mi primer párrafo.


Con esto no quiero desanimar a nadie, pero esto es lo que está sucediendo con este sujeto.


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