¿Quiere ver cómo Orange se queda con todo su saldo y le inhabilita para su uso la tarjeta de su teléfono prepago?

Miguel Angel

Invitado
Pues no tiene más que estar durante el periodo de tiempo de un año sin realizar una recarga y, sin previo aviso y sin notificación alguna, se encontrará el día menos pensado que le han birlado todo el dinero que había usted invertido por adelantado –independientemente de la cantidad que ello suponga- para poder hablar por teléfono (dicho sea de paso a los precios abusivos que tienen establecidos) y que, además, tiene que empezar a llamar a todos sus conocidos a los que les había facilitado su número de teléfono para decirles que el número que ellos tienen registrado ya no sirve para nada pues Orange ha decidido anularlo. Cuando, para informarse sobre lo que ha pasado, hablas con ellos por teléfono a través del 1414 te indican que ya te lo habían advertido en la letra pequeña de las condiciones del contrato y, cuando les sugieres que te podían haber avisado enviándote un mensaje advirtiéndote de la proximidad a que se produzca este hecho, tal y como hacen otras compañías telefónicas que obran con mejor fe en este respecto, tan sólo te dicen que no tienen ninguna obligación de ponerse en contacto contigo y que si quiere presentar una reclamación que lo haga a través del número de fax 912065313 ya que es la única forma de poder realizarlo. Es decir, en la era de las comunicaciones con múltiples posibilidades: a través de e-mail, teléfono fijos o móviles, Chat, etc., la única manera de presentar una reclamación a Orange es a través de fax –artilugio difícil de encontrar en nuestros días y no al alcance fácil de cualquiera, a parte de tener que pagar por hacerles llegar tu opinión o reclamación. Es decir, como se puede apreciar, “abierto a las reclamaciones y sugerencias de los clientes”.

Este robo de guante blanco y la forma tan despótica de obrarlo, al no querer atender a reclamaciones y ofertar soluciones, sugiere más al derecho de pernada que ejercían los antiguos señores medievales que a un sistema moderno donde el consumidor sea realmente el importante en este su negocio y que pueda estar protegido contra los abusos de las compañías telefónicas. Supongo que la compañía Orange no estará homologada en ninguna de las normas relativas a la calidad en los servicios al cliente, en su satisfacción y en la gestión de sus sugerencias ya que, de otro modo, facilitaría esta tarea a los distintos usuarios. Como en la antigüedad, no les importa el ciudadano sino tan sólo el dinero que son capaces de recaudar de ellos. ¡Qué pena!
 
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