D
David
Invitado
El otro día a un buen amigo lo tuvieron 11 horas abandonado en un aeropuerto, porque la compañía aerolínea TACA sobrevendió ticketes para un vuelo directo de Lima (Perú) a San José (Costa Rica). Para postre, esta aerolínea internacional (Transportes Aéreos del Continente Americano) monopoliza el transporte aéreo entre varios países centroamericanos, y no dispone de hojas de reclamaciones, no atiende los derechos y el bienestar de sus usuarios y hasta fue necesario llamar a la policía para poder presentar quejas en sus oficinas. Parece que se esconden para no responder a las reclamaciones. Y eso porque mi amigo es hombre de mundo y tiene recursos, que le pasa a otro pobre viajero y se queda el asunto sin resolver. Claro, es muy fácil para un representante de TACA decir: “Y si no le parece bien, tiene la total libertad de viajar con otras compañías”. Como no tienen competencia, abusan de la gente y no satisfacen las reclamaciones. Así cualquiera. Si necesito un relaciones públicas que dé la cara por mí delante de mis clientes, espero que no sea tan becerro como las señoritas que atienden en Lima a los pasajeros de TACA Airlines. En cualquier caso, como en estos países tienen ya bastante asumido la importancia del turismo y sus divisas, la atención por parte del servicio de información al turista fue satisfactoria. Pero es increíble tener que sufrir tan mala atención por parte de empresas que trabajan sirviendo al público (en teoría, claro, que a veces a sus trabajadores se les olvida). Como conclusión nos ha quedado que aerolíneas TACA es una de las compañías de vuelos de bajo coste en Centroamérica y una de las compañías de atención al cliente de baja calidad. Y una cosa no debería de asociarse a la otra. Si eres pobre, por lo menos sé honrado, que tampoco se te exige más.