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Son poco menos que simples “empleados” la falta de criterio, y profesionalidad, todo ello los deja por lo que meramente son. Mienten sobre las entregas al cliente, increpan y amenazan en la puerta al cliente cuando se les pilla con la mentira. Y a pesar de saber cual es su posición “trabajador” eso les parece importar poco. Además de que la atención telefonica no dispone de departamento de Reclamaciones, algo obligatorio según la ley.