11 cosas a recordar si conoces a alguien con cáncer o en su entorno

Por desgracia el cáncer se ha convertido en algo muy común en nuestros días. El mundo de la gente que lo padece y de sus familias se cae a pedazos. Y llegado el caso, ¿qué hacer? ¿qué debes de decir? ¿cómo puedes ayudar? ¿cómo puedes preguntar por la persona afectada? No es fácil y hay que tener mucho tacto y hacer de tripas corazón.

Pero yo creo que sí hay una serie de cosas que puedes hacer empleando tu cabeza y tu corazón.

1) Olvídate de todo lo que creas saber sobre cómo combatir esta enfermedad

El cáncer se comporta de una manera impredecible y por lo tanto no hay dos casos iguales (tanto como para bien como para mal).
Hay mucha gente por la que no dan mucha esperanza de vida y sin embargo pasan los años y lo supera. No te harás ningún bien leyendo y leyendo artículos sobre el tema. Olvídalo.

2) Sé observador

No se sienten cómodos pidiendo cosas continuamente. Cuando necesitas de otro para hacer cosas básicas, la moral está por los suelos. Presta atención y adelántate.

3) Mejor escúchale

Por mucho que quieras imaginarlo nunca te vas a sentir como ella/él. Y yo diría que ellos no buscan eso tampoco (que te pongas en su piel).
Si no te pide un consejo, no se lo des y tampoco le mandes continuamente mensajes positivos. Estar a su lado y ver que eres una persona que escucha y que eres comprensiva, es más significativo y útil de lo que crees.

4) Alguien con cáncer necesita ánimo para luchar, no consejos

Algo tan sencillo como decirle “estoy aquí contigo y vamos a salir de esta” o si es de un modo indirecto (el padre de un amigo), “aquí estoy para lo que necesites. No me olvido de vosotros” o si quieres preguntar de una manera sutil, “¿Cómo está de ánimo tu madre?”.
Tienen que sentir que estás a su lado.

5) Los pequeños detalles

Ir a verlos un momento supone más de lo que crees. Llevarles el capricho de turno, les da la vida. Los pequeños detalles marcan la diferencia.

Ayuda contra el cancer

6) Nunca saques el tema

Habla sobre temas cotidianos de la vida. Síguele el rollo. Tiene que abstraerse. No hagas comentarios del tipo “ya verás que pronto sales de aquí”.

7) Sé paciente

Los cambios de humor y más cuando les están tratando son normales. Les sucede muy a menudo. Este es el momento más delicado. Es fácil amargarse porque estás en una continua montaña rusa. Mentalízate y haz todo lo posible para hacerle pasar cuanto antes el mal rato.

8) Sé positivo

Llena su entorno con temas positivos y esto no significa por otro lado, que evites hablar de cosas negativas. E insisto, lo más importante es que le animes en los días malos. Que vean que estás ahí a la más mínima.

9) Déjales a su aire cuando lo necesitan

No te tomes a mal ni como un tema personal el hecho de que te diga, déjame sóla/o. Si quiere llorar a solas, déjale. La intención de ellos no es ofender, es desahogarse de otra manera. Pero tú siempre con un ojo pendiente.

10) Tú también necesitas ayuda

No es fácil cuidar de alguien que lo padece y sacar fuerzas de flaqueza al mismo tiempo de ti mismo. Necesitas de tu fuerza para ayudar a quien más lo necesita. Apóyate en esa persona clave, y llegado el caso ponte en manos de un profesional.

Y esto es para el entorno…

11) Que nos hagan creer en falsas esperanzas

Conozco la frase, “hay un tratamiento nuevo en un hospital de…” Por desgracia y es duro decirlo, son experimentos para intentar dar avance a la ciencia. No están enfocados al que sufre la enfermedad.

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